La memoria democrática no se ha tratado hasta ahora en el sistema educativo español. Gracias a la inclusión en la LOMLOE del término de Memoria democrática como uno de los objetivos a alcanzar vinculado a la educación en valores y al conocimiento de la historia de la democracia en España, vemos un espacio en el que intervenir. Mañana la Ley de Memoria Democrática se debatirá en el Consejo de Ministros y Ministras y esta es una oportunidad para reflexionar sobre cómo desarrollar un verdadero desarrollo curricular de la memoria democrática en educación.
Desde la Fundación CIVES, venimos desarrollando actualmente un proyecto de investigación para la incorporar la misma al currículo escolar, y con base en el trabajo realizado hasta el momento, nos preguntamos: ¿Qué características debe tener el desarrollo curricular de la memoria democrática?

Una Memoria Democrática que pueda ser compartida por toda la ciudadanía y que no sea una cuestión de partidos, ni de confesión religiosa, ni de nacionalidad, ni de región. Es decir, una memoria democrática que no pueda ser rechazada por ningún demócrata, sea conservador, de centro o progresista, sin traicionar los valores del régimen democrático que defiende.

  • Una Memoria Democrática que forme parte de la educación para la ciudadanía democrática en sus contenidos curriculares que deben estar en Primaria, Secundaria, Bachillerato, Educación permanente para adultos y formación del profesorado. También tiene que aparecer en materias como Historia de España, en Valores cívicos y éticos, en Filosofía y ser además una cuestión transversal.
  • Una Memoria Democrática que supere sus actuales limitaciones: la enseñanza de la memoria democrática en el sistema educativo, que no ha tenido legislación en materia educativa hasta ahora con la actual LOMLOE y con el desarrollo posterior en los decretos curriculares.

Debemos analizar algunas deficiencias latentes en la asignatura de Historia y el tratamiento de la Guerra Civil, la represión y el franquismo que están al final de los temarios y en ocasiones no se tratan porque no da tiempo durante el curso escolar. En Alemania y otros países en los que lleva años implantada la educación en memoria democrática, se ha cambiado el modelo de forma que se tratan aspectos tan relevantes de la propia historia y que afectan tanto al presente, de forma que se abordan durante el curso escolar y no al final.

No podemos olvidar que durante 40 años de régimen democrático no ha habido un tratamiento de la memoria en nuestro país. Se ha originado un vacío que ha sido ocupado por un tratamiento de la memoria democrática desde la equidistancia y la neutralidad, persistiendo aún elementos de la memoria franquista.

Es por tanto preciso poner fin en el sistema educativo español a la equidistancia con la que se trata esta cuestión. No se pueden equiparar los valores, derechos fundamentales y libertades públicas propias de un sistema democrático y de un Estado de Derecho, con un sistema como el franquista que no solamente los negaba, sino que lo prohibía, lo perseguía y lo reprimía. La depuración que se produce en este sentido en el sistema educativo es brutal., erradicando ideas que ya habían progresado en España como por ejemplo la Institución Libre de Enseñanza.

La importancia de las ideas que constituyen una reacción antidemocrática y configuran un sistema político antidemocrático, no se puede equiparar con un sistema democrático como por ejemplo ha hecho ahora el líder del Partido Popular, el Sr. Casado. Es inaceptable esa persistencia de planteamientos aparentemente equidistantes pero que en el fondo son cómplices de la memoria franquista.

En la competencia ciudadana, dentro del currículo escolar, es donde tiene que ubicarse la memoria democrática y desarrollarse a través de la Historia, de los valores cívicos y éticos, filosofía, y actividades también de carácter transversal. La competencia ciudadana no se ubica solamente en una sola asignatura; es un sistema interrelacionado que trata de queal final el alumnado haya adquirido competencias ciudadanas a través de un conjunto de conocimientos y valores entre los cuales está la memoria democrática.

Este es el planteamiento de la nueva ley de Memoria Democrática y que nosotras en principio compartimos. Que haya por primera vez en España una memoria democrática recogida en términos curriculares formando parte de la propia política educativa. Esta es la gran novedad y apuesta.

En la política de memoria democrática que aparecerá recogida en el proyecto de Ley es importante el objetivo de la prevención, para que no ocurra ahora lo que ocurrió durante la época del fascismo. Hay movimientos reaccionarios, de extrema derecha, que están apareciendo ahora en España y en Europa. Una parte importante de la incorporación de la memoria democrática al sistema educativo es prevenir la repetición. En este sentido, hay una Resolución que aprobó el Parlamento Europeo en 2019 sobre la importancia de la memoria histórica en Europa, donde se marcan unas líneas rojas frente a estas tendencias autoritarias, populistas y filofascistas que están apareciendo. Esta Resolución se aprueba con ocasión del ochenta aniversario del comienzo de la IIGM.

El objetivo es el recuerdo de las víctimas de los regímenes totalitarios, autoritarios y fascistas que se produjeron en Europa, entre ellos el español que es el que tuvo la mayor longevidad. Llamamos la atención sobre la existencia hoy de grupos, partidos políticos radicales, racistas y xenófobos que incitan al odio y a la violencia, que tenemos que evitar. Esta Resolución apunta a lo que el gobierno de coalición pretende llevar a cabo en relación con la memoria democrática, donde se hace necesario que las instituciones europeas y los Estados promuevan una cultura y una educación donde se integra la memoria democrática para impedir la repetición.

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