Tal como estaba previsto, el 1 de diciembre realizamos el primer encuentro virtual sobre “Educación, ciudadanía y memoria democrática”, que contó con la presencia del secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez, quien fue presentado por el presidente de CIVES, Victorino Mayoral. El objetivo del evento era apoyar al profesorado y comunidades escolares y contribuir a la enseñanza democrática. Para ello, además de las intervenciones protocolarias, dieciséis profesores y expertos en educación y legislación de Memoria Histórica aportaron -divididos en tres paneles- sus experiencias y propuestas para avanzar en la enseñanza de esta materia en las escuelas, tal como se desarrolla en la propia Ley de Memoria Democrática, aprobada el pasado mes de octubre por las Cortes españolas.

En este contexto, el secretario de Estado de Memoria Histórica, Fernando Martínez, recordó que la Ley de Memoria Democrática se vertebra en los principios de Justicia Universal: verdad, justicia y reparación para resaltar que lo más importante de dicha ley “es que la Memoria entre en la educación. Que se sepa objetiva y globalmente qué es lo que sucedió y que entre de forma regada en la escuela”.

Asimismo, insistió en que “la Memoria es presente y futuro ante la presencia de populismos y neofascismos” y ante la crispación que Vox está generando en el Congreso de los Diputados y en el Senado, explicó que “Memoria es el futuro de la democracia y la convivencia”.

En relación directa con el tema del encuentro, apoyó que “la Historia de España en Bachillerato no empiece en Atapuerca y acabe en la actualidad”, y abogó por que esta comience en las Cortes de Cádiz. También se refirió al Valle de los Caídos: “Hay que explicar en la escuela cuándo y por qué aparece el Valle de Cuelgamuros, símbolo del nacional catolicismo”, e hizo hincapié en que “explicar es más importante que destruir. Hay que resignificar antes que destruir”.

HABLAR DE IDEAS, NO SOLO DE FOSAS

Por su parte, Victoriano Mayoral, presidente de CIVES, explicó que la fundación se encuentra involucrada en la enseñanza de Memoria Democrática por su principio de “ciudadanía democrática”. Mayoral consideró “inaceptable la equidistancia, los neutralismos y los viejos hábitos del antiguo régimen” por lo que destacó que “hay que hablar de las fosas, pero también de las ideas que dieron lugar a la destrucción de la democracia”.

En este escenario explicó que debe ser superado en la escuela el lenguaje acumulativo y memorístico en favor de la reflexión, de las causas que producen los hechos y sus consecuencias.

El primer panel fue presentado por Julio José Ordoñez Marcos y en el participaron: Antonio Bolivar, Julián Chaves Palacios, Francisco José Amaya y Luis Cifuentes. Bolivar destacó que la Educación para la ciudadanía es algo más que una asignatura. Para destacar la importancia del pasado citó a Hannah Arendt: “El pasado no lleva hacia atrás sino que impulsa hacia delante y, en contra de lo que se podría esperar, es el futuro el que nos lleva hacia el pasado”. Asimismo destacó la importancia de un tratamiento transversal de la Memoria Democrática en el curriculum escolar, entendiendo este como “algo más que el programa escolar”. Abogó Bolivar por reivindicar la memoria pero no de un modo partidista.

Julian Chaves Palacios argumentó por qué la Historia de España en Bachillerato debe iniciarse con las Cortes de Cádiz. Para ello hizo un rápido desarrollo histórico desde 1810 y la reunión de las Cortes de Cádiz que redactó la Constitución de 1812, con 384 artículos; hasta el periodo 1975-1982, cuando “demostramos que nos podemos entender sin dictadores y sin guerras”. Una historia repleta de pronunciamientos militares, guerras civiles y reyes absolutistas con algunos oasis democráticos, como el trienio liberal (1820-1823); el Sexenio Democrático y la Constitución de 1869.

Por su parte, Francisco Javier Amaya Flórez abundó en el trabajo realizado en Extremadura, donde se acordó una Ley de Memoria Histórica y Democrática. En esta línea destacó la relevancia de las acciones que desarrolla esta ley basados en la educación en valores cívicos y éticos, desarrollar la conciencia crítica con el estudio de la Filosofía y la inclusión de una asignatura sobre la Unión Europea. Amaya resaltó que “el alumnado debe sentirse parte del estudio y no de una realidad paralela”.

El último interviniente del primer panel fue Luis María Cifuentes, quien con una aportación especialmente filosófica llamó la atención sobre la importancia de “las causas y valores de la conducta humana”, esto es, “la ética”. También, refiriéndose a la violencia verbal que vive la política española consideró que los discursos de odio deben ser atajados de raíz” para aclarar más adelante que “la violencia verbal es el inicio de la violencia física”. Así, destacó dos artículos de la Constitución, el primero, que se refiere a “la pluralidad” necesaria en una sociedad democrática y el 27.2, referido a la educación, que “tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana en el respeto a los principios democráticos de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales”.

LA IMPORTANCIA DEL ESTUDIO DE LA MEMORIA DEMOCRÁTICA

El segundo panel fue presentado por María José Fernández Tendero quien llamó la atención sobre “el papel relevante del profesorado”. Tendero dio paso a Olga Luengo Quirós, delegada provincial de Educación en Badajoz, que destacó la gran importancia que tiene que el alumnado de Bachillerato sepa por qué es importante estudiar Memoria Democrática, de igual forma que “deben sentirse protagonistas y parte de la democracia”.

Xose Manuel Souto González, como representante del Proyecto Gea Clio, con más de treinta años de experiencia, aportó los puntos de este grupo de investigación para el proyecto curricular de Geografía e Historia y ciencias sociales. Esto es, realizar una propuesta con impacto en el marco curricular para trabajar la memoria democrática. Sería necesario cambiar la selección de contenidos culturales que organizan los hechos y los conceptos. En segundo lugar, definir una metodología que permita integrar las concepciones del alumnado en las explicaciones académicas. En tercer lugar, conceder el protagonismo al profesorado, mediante planes autónomos de formación continua a lo largo de la vida que les permitan interpretar las leyes. Por último, relacionar los estudios escolares con los problemas sociales y ambientales del medio local y global donde tienen lugar la selección de contenidos. Los temas conflictivos o socialmente relevantes son el origen del análisis de la memoria democrática.

Fernando Mazo abundó en ejemplos y propuestas para la introducción de la Memoria Histórica en las aulas. “el alumnado necesita saber qué es la memoria, por qué recuperar la memoria y entender conceptos como reparación”. En el cierre de este panel, Fernando Ayala se centró en la ley extremeña confesando que su formulación no ha sido un camino fácil.

El último panel, con aportaciones eminentemente prácticas relacionadas con rutas de la memoria, fue presentado por Eva Navarro Pulido, que dio paso a Wilson Ferrús Peris, quien destacó la relevancia de crear espacios y las mencionadas rutas de memoria. Se refirió a rutas urbanas, como la existente en Valencia sobre la República; rutas por el extrarradio; y rutas más específicas para escolares como la de Castellón sobre memoria democrática. También explicó que habría que incluir las rutas literarias que evoquen espacios.

Por su parte, Antonio Pérez García realizó una serie de “propuestas didácticas y situaciones de aprendizaje para la enseñanza de la Historia en ESO y Bachillerato en relación con la memoria democrática”, con cuatro pilares fundamentales: Memoria Democrática y finalidades de la enseñanza de la Historia; Memoria democrática y enseñanza de los procesos históricos a distinta escala; memoria democrática y enseñanza de los valores propios de la lógica del pensamiento histórico y memoria democrática y conocimiento histórico.

Carlos Díez Hernando, destacó cómo “los itinerarios pueden ser el núcleo de la acción pedagógica”. En una explicación eminentemente práctica explicó una ruta madrileña que comienza en la Cuesta Moyano y finaliza en la plaza del Dos de Mayo. Un recorrido que Google Maps considera que es de una hora caminando, pero que con las explicaciones se extiende hasta las tres horas.
Presentó también, un itinerario de Memoria Democrática referido al papel que ha jugado históricamente el progreso de la educación en las conquistas democráticas.

El último panelista, Chema Álvarez, centré su intervención en la “perspectiva de género” en la LOMLOE y en concreto la Memoria Democrática en Extremadura desde la perspectiva de género, con unos pilares muy importantes: “sentir, pensar y actuar”. Puso como ejemplo docente la huelga de las tejedoras que dejó a Mérida sin pan en 1936. A partir de ese hecho, con sus antecedentes (huelga de las cigarreras del siglo XIX) y sus posteriores desarrollos (huelgas feministas del 8-M en el siglo XXI) se puede enseñar al alumnado qué es una huelga, pero también para qué sirve una huelga y cómo se convoca una huelga. En definitiva, “entender el concepto huelga”.

El cierre de estos paneles corrió a cargo del secretario general de la Liga Española de la Educación, Juan Ramón Lagunilla, quien desde su organización puso a disposición de CIVES toda la estructura para desarrollar en la Educación la Ley de Memoria Democrática. Por último, Victorino Mayoral agradeció la presencia de ponentes e invitados en un encuentro que calificó de “éxito” de público, contenidos y ponentes.

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