Educación y democracia. Esos fueron los dos pilares en los que se construyeron las I Jornadas Europeas de Educación y Democracia, celebradas el pasado 14 de diciembre en Jaén y organizadas por la Fundación Cives y la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad de Jaén. Unas jornadas en la que se debatieron temas como el papel de la comunidad educativa, la sociedad civil y la Unión Europea en la mejora de la democracia.

No hay democracia sin educación

“Democracia y Educación tienen mucho que ver entre sí. Es la razón por la que hemos elegido este título para estas jornadas”, dijo Victorino Mayoral, presidente de la Fundación Cives, en la inauguración del acto. De hecho, la relación entre ambas ha quedado claramente definida e institucionalizada como un fin esencial de la educación en los acuerdos y resoluciones internacionales promovidos por el Consejo de Europa. Por ello, según el presidente de Cives, es totalmente legítimo y necesario que el sistema educativo de una sociedad democrática incluya contenidos que contribuyan a la formación de personas comprometidas con valores y modelos democráticos de sociedad.

Era el punto de partida de una jornada que iba a girar en torno a la educación cívica y a su poder de transformación ante una sociedad en ocasiones acostumbrada a normalizar comportamientos incívicos como la corrupción, el fraude, la homofobia o la intolerancia.

La mesa inaugural de las jornadas estuvo moderada por la decana de la facultad de Humanidades, Maria Dolores Escarbajal y compuesta por, además de Victorino Mayoral, Abelardo de la Rosa, director general de Ordenación Educativa de la Junta de Andalucía y Carmen Rueda, presidenta de la Liga Giennense de la Educación.

Abelardo de la Rosa insistió en la importancia de la educación en término de construcción social “Ningún niño ni ninguna niña nace demócrata, se aprende a serlo” La educación, por tanto tiene un responsabilidad civilizadora”. En esa línea continuó la ponencia del profesor Antonio Bolívar, catedrático de didáctica y organización escolar de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Granada. Durante su ponencia ‘Educación para la ciudadanía: entre la escuela y la comunidad’ insistió en la necesidad de ampliar el espacio educativo. “Los centros no pueden educar solos”, afirmó, por ello insistió en la idea de que hay que hacer una llamada para que familias y escuelas trabajen juntos para que “la corresponsabilidad educativa para llegar a una democracia real sea de toda la sociedad”, añadió.

Presentación de la Red de Escuelas de ciudadanía

Durante la jornada, además, se presentó la Red de Escuelas de Ciudadanía (REC), una iniciativa de la Fundación Cives y la Liga Española de la Educación y la Cultura Popular que tiene como objetivo conectar a diferentes centros educativos, universidades, colectivos, organizaciones, etc. para compartir y mejorar las prácticas de Educación para la Ciudadanía Democrática y los Derechos Humanos. Un proyecto, muy en línea con estas jornadas, que parte de la base de que la educación cívica no es únicamente una serie de contenidos inmutables que se imparten dentro de un aula, sino que debe implicar toda la Comunidad Educativa y que, además, necesita actualizarse constantemente. La presentación fue a cargo del vicepresidente de la fundación Cives, Julio Ordóñez y la coordinadora de la fundación, Edurne Grau.

La mañana finalizó con la interesante ponencia de la profesora Mª del Consuelo Díez, profesora titular del departamento de Didáctica de la Ciencias de la Universidad de Jaén “Formar ciudadanía: del singular al plural, del plural a las singularidades” en la que reflexionó acerca de la pluralidad de ciudadanías y la importancia de su percepción a la hora de educar.

Estas primeras jornadas eran, además, europeas. Asistieron, miembros de organizaciones de la UE, como Ramón Martínez de DARE (Democratic and Human Rights Education in Europe), AEGEE (Association des Etats Généraux des Estududiants de l’Europe) y la red de organizaciones europeas SOLIDAR.

“La ciudadanía debe reconquistar Europa”. Así de contundente fue Conny Reuter, secretario general de SOLIDAR, que puso el foco de atención en que el individuo solo puede progresar en colectivo. Es ahí donde entra la sociedad civil.

Por su parte, Ernesto Gómez, presidente del Consejo Escolar de Andalucía, puso varios ejemplos sobre cómo la participación ciudadana y la sociedad civil habían conseguido cambios en la sociedad. Destacó la petición de un grupo de alumnos y alumnas que logró Telecinco retirara una serie que banalizaba el franquismo. “Hay múltiples maneras de impartir educación cívica”, recordó. “La escuela no puede sola. El resto de la comunidad, especialmente la sociedad civil organizada tiene un papel clave en la educación para la Ciudadanía Democrática”, explicó.

En este sentido habló María Ballesteros en representación de AEGEE, una organización de estudiantes europeos que promueve el espíritu europeo y que fomenta una Europa unida, abierta y sin fronteras. Otro buen ejemplo de sociedad civil organizada. En las jornadas, Ballesteros presentó la Iniciativa Ciudadana Europea sobre Educación Cívica, More than education un proyecto que pretende mediante la recogida de 1.000.000 de firmar de ciudadanos y ciudadanas que la UE instaure un conjunto de medidas que incentiven el desarrollo de una educación cívica en el currículo de la educación formal a todos los niveles en Europa, con el fin de crear ciudadanos democráticos.

Para cerrar el acto, Victorino Mayoral, presidente de la Fundación Cives, insistió en que la educación y la democracia van siempre unidas. “No olvidemos que la ciudadanía es una construcción y una conquista. Podemos avanzar o retroceder así que no podemos -ni debemos- dejar de trabajarla”, concluyó.

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